Cuidados Esenciales
¡ Vea cuáles son las mejores prácticas en la pulverización de pesticidas para reducir las posibilidades de deriva y así lograr una aplicación más efectiva !
Para lograr altos rendimientos, es necesario un monitoreo constante de las áreas de producción.
Esto se debe a que las malas hierbas, las plagas y las enfermedades tienen el potencial de limitar en gran medida el rendimiento de los cultivos.
Así, una forma de controlarlos es mediante el uso de plaguicidas , también llamados plaguicidas, productos fitosanitarios o, según la legislación, plaguicidas .
Estos productos se dividen en 6 grupos, son:
- herbicidas , para el control de malas hierbas;
- fungicidas, para el control de hongos;
- Insecticidas , para el control de insectos;
- Acaricidas , para el control de ácaros;
- Bactericidas , para el control de bacterias;
- Nematicidas , para el control de nematodos;
Sin embargo, para evitar el desperdicio de productos y su uso para obtener buenos resultados, se deben emplear buenas prácticas.
Por lo tanto, consulte las mejores prácticas necesarias, los tipos de aplicación, las boquillas y los tamaños de gota recomendados para cada situación.
Tecnología de aplicación de pesticidas agrícolas
En primer lugar, es importante comprender qué caracteriza la tecnología de aplicación de plaguicidas .
Consiste en la aplicación de todo el conocimiento tecnológico y científico que proporciona la correcta aplicación de un producto, en la cantidad necesaria, de forma económica y con la mínima contaminación de otras áreas.
En general, la aplicación de pesticidas tiene como objetivo llegar al objetivo (organismo vivo), controlando así la plaga, enfermedad o maleza.
Y ello sin que se produzca deriva (desvío de ruta, es decir, pérdida de producto, provocada por los vientos), y sin contaminación del hombre y del medio ambiente.
Las tecnologías de aplicación involucran aspectos relacionados con:
- Ajuste de equipos;
- Características de los pulverizadores,
- conocimiento del aplicador;
- formulaciones y características de los productos;
- Operadores y responsables técnicos;
- Ambiente;
- Conocimiento de los objetivos;
- Tecnologías de la información (relacionadas con maquinaria, como GPS, activación de barras y boquillas, registro de información, etc.).
Buenas prácticas para la aplicación de plaguicidas agrícolas
Para obtener buenos resultados en la aplicación de productos fitosanitarios o plaguicidas, es necesario responder a cuatro preguntas fundamentales:
- ¿Qué objetivo debe ser controlado?
- ¿Es solo un objetivo biológico o es un complejo de objetivos (en el caso de enfermedades fúngicas)?
Por lo tanto, se debe elegir un producto que controle la mayor cantidad de objetivos, por ejemplo, hongos, apuntando a la menor cantidad de aplicaciones posibles.
Los objetivos controlados por productos fitosanitarios se pueden consultar en el Sistema de Agroquímicos Fitosanitarios ( AGROFIT ) de Mapa.
- ¿Cuál es el tratamiento más adecuado? ¿Debo utilizar un único mecanismo de acción? ¿Debo optar por un producto sistémico o de contacto?
- ¿Cómo aplicaré? ¿Cuál es el volumen de pulverización más adecuado, la mejor boquilla, tamaño de gota y presión de trabajo? ¿Y cuáles son las condiciones ambientales ideales para llevar a cabo la aplicación?
Después de responder a estas preguntas, se vuelve mucho más fácil planificar la aplicación.
Pesticidas agrícolas: 6 importantes consejos de cuidado al aplicar
1. Agitación del jarabe
Es importante comprobar si el sistema de agitación del pulverizador funciona correctamente, para que la mezcla se homogeneice, es decir, que quede más uniforme.
Esto se debe a que, si la agitación es ineficiente, principalmente en suspensiones concentradas y con presencia de partículas sólidas y densas, estas tienden a depositarse en el fondo del tanque. Además, las formulaciones emulsionables tienden a migrar a la superficie.
Así, en ambos casos la aplicación acaba siendo ineficaz.
2. Filtros correctos
No solo los filtros demasiado finos, sino también demasiado gruesos, pueden dificultar la aplicación.
Esto se debe a que, en mallas muy finas, las partículas de la formulación (producto) pueden quedar retenidas en la malla filtrante, comprometiendo la eficiencia de la aplicación.
En filtros de malla muy gruesa, las impurezas atraviesan el filtro y pueden colaborar con la obstrucción del sistema.
3. Volumen de pulverización a utilizar
En este sentido, no existe un valor definido, ya que siempre depende del target deseado, el tipo de vertedero, las condiciones climáticas, la arquitectura de la planta y el tipo de producto.
Por lo tanto, es importante utilizar un volumen adecuado para evitar desperdicios, contaminación ambiental y asegurar un menor consumo de producto por hectárea.
4. Tamaño de gota para la aplicación de plaguicidas
El tamaño de gota de la punta es importante para la eficiencia de la aplicación, por lo tanto, debe ajustarse de acuerdo con la necesidad de pulverización, teniendo en cuenta el objetivo, la diana y la formulación del producto.
Las gotas consideradas grandes , de más de 400 µm , se recomiendan en situaciones de mucho viento, dependiendo del objetivo. Esto se debe a que están menos sujetos a la evaporación y la deriva.
Sin embargo, proporcionan una menor cobertura de la superficie de la hoja y una mayor probabilidad de escurrimiento.
Las gotas medianas de 200-400 µm pueden presentar problemas con la evaporación y la deriva del viento. Sin embargo, permiten una mayor cobertura del target y una mayor capacidad de absorción por parte del cultivo.
Finalmente, las gotas pequeñas, menores de 200 µm, son bastante susceptibles a la evaporación y la deriva. Por otro lado, proporcionan una mayor cobertura del target.
5. Selección de boquillas de pulverización
La elección de las boquillas o boquillas de pulverización es uno de los factores determinantes para el éxito y la calidad de la aplicación y debe realizarse en base a un análisis que incluya, por ejemplo:
- Pulverizador disponible;
- Eficiencia deseada;
- modo de aplicación;
- Tipo de producto a aplicar;
- Tamaño de gota y caudal de trabajo requerido;
- Tamaño del área y volumen de aplicación requerido;
- Cobertura o número de gotas por área.
De esta elección se determinará el caudal de pulverización, la distribución y el tamaño de las gotas, así como la forma del chorro y la altura de la barra de pulverización.
Además, es fundamental saber elegir la boquilla más adecuada para pulverizar.
Vale la pena señalar que los principales modelos de puntas incluyen: punta de chorro plano y punta de chorro cónico.
Chorro plano tipo abanico (o impacto) : indicado para objetivos planos como el suelo, principalmente para la aplicación de herbicidas , fungicidas e insecticidas.
Chorro cónico (cono vacío y cono lleno) : indicado para objetivos irregulares como el dosel (hojas de cultivo); además, el cono lleno proporciona una pulverización más uniforme.
6. Presión de trabajo
Es un ajuste esencial para evitar la deriva, y es necesario ajustar el manómetro de acuerdo con la calibración para la aplicación.
Por lo tanto, las presiones por debajo de las recomendadas por el fabricante de la boquilla pueden dar como resultado una distribución deficiente del producto a través de la barra pulverizadora, además de una distribución deficiente posterior en el campo.
Las presiones superiores a las recomendadas aceleran el desgaste de las puntas y aumentan el riesgo de deriva .
Así, la aplicación de gotas finas y muy finas en condiciones climáticas desfavorables, como en días de fuerte viento, es lo que más deriva provoca.
Esto da como resultado un desperdicio de aspersión (daño económico) así como una ineficiencia en la aplicación, debido a que el producto no alcanza el objetivo deseado.
Además, puede provocar la contaminación del medio ambiente, del hombre y causar daños a los cultivos cercanos, dependiendo del cultivo que se esté cultivando.
Plaguicidas agrícolas: condiciones climáticas para una aplicación eficaz
Para que las aplicaciones de pesticidas sean eficientes y eviten el desperdicio y la contaminación, es importante monitorear siempre las condiciones climáticas antes, durante y después de la aplicación.
antes de rociar
La aplicación sólo debe realizarse si la temperatura del aire es inferior a 30ºC , en las horas más frescas del día.
Además, la humedad relativa del aire debe ser superior al 50% . En días muy secos y con poca humedad del aire, la solución se evaporará rápidamente, provocando ineficiencia en la aplicación.
La velocidad del viento debe ser, en promedio, de 3 km/h a 10 km/h . Esto se debe a que, dependiendo del tamaño de la gota, se puede producir deriva, especialmente cuando es fina o muy fina.
durante la pulverización
Las condiciones ambientales deben permanecer adecuadas durante toda la aplicación. Si hay vientos fuertes y temperaturas altas, se debe suspender la aplicación.
después de rociar
Debe continuar monitoreando las condiciones climáticas después de la aplicación. Esto se debe a que, según el tipo de producto, la ocurrencia de lluvias después de la fumigación, por ejemplo, puede arrastrar el pesticida utilizado, dejando la planta ‘desprotegida’. Como es el caso de los productos de contacto.
En cuanto a los productos sistémicos, la lluvia posterior a la aplicación puede perjudicar su absorción por la planta.
Seguimiento de las condiciones meteorológicas
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¡Además, es posible saber si el momento es ideal o no para realizar la fumigación en tu cultivo!
Conclusión
En resumen, la aplicación de plaguicidas es un proceso que requiere varios cuidados, entre ellos la elección de la boquilla más adecuada, en función del objetivo, diana, especie y tipo de pulverizador utilizado.
Además, el seguimiento de las condiciones climáticas es fundamental para la eficacia de la aplicación, ya que dependiendo de estas condiciones, la aplicación puede o no realizarse.
Y recuerda, en caso de duda, ¡consulta a un agrónomo!
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