Entienda cómo funciona

Todo lo que necesitas saber sobre el funcionamiento de una estación meteorológica

Quienes trabajan en el campo saben que las condiciones meteorológicas pueden afectar mucho a los cultivos: lluvias excesivas, precipitaciones inferiores a lo normal, granizo, heladas, vientos excesivos, humedad del aire muy alta o muy baja, etc.

Cada uno de estos escenarios puede causar daño al agricultor. Por lo tanto, monitorear tales condiciones es fundamental para planificar las actividades de campo, anticipar problemas y actuar con rapidez.

En este contexto, la estación meteorológica puede ser una herramienta muy útil para monitorear las condiciones climáticas en el campo, ayudando a los agricultores a tomar mejores decisiones en el campo.

En este texto comprenderá cómo funciona este equipo, qué sensores están involucrados, cuáles son sus ventajas y, finalmente, cuál es la utilidad de los datos obtenidos a través de él.

Entonces, ¡sígueme!

¿Qué es una estación meteorológica?

Una estación meteorológica no es más que un conjunto de sensores que recogen datos para el análisis del tiempo .

Estos sensores (o instrumentos) son capaces de registrar datos sobre variables tales como: temperatura del aire, velocidad y dirección del viento, humedad del aire, radiación solar, volumen de lluvia, presión atmosférica, entre otras.

En otras palabras, la observación meteorológica de superficie, realizada por las estaciones meteorológicas, consiste en la recogida diaria de datos referentes a las distintas variables atmosféricas (que caracterizan el estado de la atmósfera), es decir, el tiempo.

Además, es importante señalar que existen dos tipos de estación meteorológica: estaciones automáticas y estaciones convencionales .

Estaciones meteorológicas convencionales

Los instrumentos que forman parte de esta estación suelen ser de lectura directa (como termómetros) o cuentan con un sistema de registro mecánico (como termohigrógrafo, pluviógrafo, anemógrafo). 

Además, es necesario que haya una persona para recopilar los datos diariamente.

Todavía es posible dividir estas estaciones en clases, según el propósito y el número de variables observadas.

• Primera clase: son las que miden todos los elementos meteorológicos;
• Segunda clase: no miden presión atmosférica, radiación solar y viento;
• Tercera clase: miden solo la temperatura máxima, mínima y lluvia.

Estaciones meteorológicas automáticas

Realizan la recogida de datos de forma automática .

En este tipo de estaciones, los sensores emiten señales eléctricas que son captadas por un sistema de adquisición de datos, lo que permite almacenar y procesar los datos de forma automática.

Sensores automáticos de estaciones meteorológicas

Debido a su mayor practicidad , actualmente se utilizan más estaciones meteorológicas automáticas.

Además, esta estación también permite monitorizar datos en tiempo real a través de internet, lo que añade otra ventaja a su uso.

Pero, ¿sabes qué sensores están presentes en una estación meteorológica automática? Compruébalo a continuación.

• Anemómetro:  mide la velocidad y dirección del viento, su instalación debe ser a 2 metros de altura del suelo;
• Piranómetro:  registra la radiación solar global y debe instalarse entre 1,5 y 2 metros de altura;
• Sensor de temperatura y humedad:  suelen ser termistores que miden la temperatura y la humedad del aire. La instalación de este sensor debe ser aproximadamente a 1,5 metros del suelo;
• Pluviómetro:  mide la precipitación en el campo (volumen de lluvia). El tipo más común es el pluviómetro basculante. El área de captación de agua (boquilla) del pluviómetro debe estar a 1,5 metros del suelo.

Lea también: Evapotranspiración: ¿qué importancia tiene para la agricultura?

Requisitos para instalar una estación meteorológica

Para una recopilación de datos precisa, es importante seguir algunas reglas con respecto a la ubicación, el tipo y la instalación del equipo , y la estandarización de los tiempos de observación y los procedimientos operativos, como la calibración y calibración de instrumentos de medición.

Para instalar una estación meteorológica, es necesario elegir una ubicación adecuada en la propiedad para evitar interferencias con la recopilación de datos. Por lo tanto, es importante prestar atención a los siguientes factores:

• La ubicación debe ser plana para evitar la acumulación de agua y alejada de las instalaciones eléctricas;
• El horizonte debe ser amplio, sin barreras que impidan la radiación solar o cambien las características del viento. Por lo tanto, la recomendación es que la distancia entre la estación y el obstáculo sea al menos 10 veces su altura;
• Instalación alejada de cursos de agua, lagos y pantanos, para evitar perturbaciones en la medición de la humedad relativa;
• Y el suelo debe tener hierba o maleza para minimizar la influencia de los diferentes tipos de textura del suelo.

¿Por qué tener una estación meteorológica en mi finca?

Las variables atmosféricas monitoreadas por las estaciones meteorológicas influyen directa e indirectamente en la productividad de los cultivos, por lo que es importante estar siempre al tanto de ellas.

Además, con una estación es posible medir factores que influyen en la gestión de actividades en la finca, tales como:

• condiciones del viento para la aplicación de plaguicidas;
• el volumen de lluvia para la gestión del riego;
• la temperatura y humedad promedio en el aire, que pueden influir en la aparición de enfermedades;
• es mucho más.

Por lo tanto, el seguimiento de estas variables es extremadamente importante para una mejor toma de decisiones en el campo y el registro a largo plazo de estas variables brinda apoyo para una planificación agrícola más eficaz.

Por estas razones, la información generada por las estaciones meteorológicas se vuelve fundamental para el éxito agrícola.

Conclusión

En resumen, la estación meteorológica, especialmente las automáticas, pueden facilitar el seguimiento de las condiciones meteorológicas en el campo. Por lo tanto, pueden sumar varios beneficios a los productores rurales.

Esto se debe a que las variables monitoreadas por ellos, como temperatura y humedad del aire, velocidad y dirección del viento, precipitación, radiación solar, son importantes a la hora de decidir el momento ideal para la siembra, aplicación de plaguicidas, cosecha, entre otras operaciones de campo.

Además, las estaciones meteorológicas automáticas también generan un registro e historial de datos que pueden contener información relevante a la hora de analizar el rendimiento del cultivo.

En el mercado existen algunas opciones de estaciones disponibles además de soluciones que pueden transformar los datos recopilados por ellas en inteligencia para facilitar la gestión de los cultivos.